martes, 15 de septiembre de 2015

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Por qué enfrentamos el instinto a la razón en lugar de que convivan en armonía. Somos contradicción, una parte nos dice: hazlo, otra parte nos dice: ¡no! Todos sabemos cual es el camino, pero aun sabiéndolo nos salimos, para luego quejarnos por habernos perdido. Inventamos excusas que convertimos en motivos. Confundimos lo que debimos hacer con lo que realmente hicimos y vivimos. Vivimos deseando algo que no tenemos y lo perseguimos, no hay uno solo de nosotros que pueda decir que ha conseguido todo lo que un día quiso porque no se puede, pero aunque no se pueda, insistimos y ese buscar lo imposible es al mismo tiempo nuestra bendición y nuestro castigo. Somos dueños de un montón de sueños, la decepción es el precio cuando intentas agarrar el cielo para ver que se te escurre entre los dedos y somos eso, el deseo de ser como nos gustaría sin poder llegar a serlo. Nuestra razón comprende el limite pero nuestro instinto se niega a verlo y somos eso, seres imperfectos que luchan por ser perfectos y se recriminan a sí mismos sus defectos, que aplauden las grandes fiestas en vez de  los pequeños gestos. Yo cuando escribo hablo de eso, hablo de somos eso. 

domingo, 13 de septiembre de 2015

Reality - Lost frequencies .

Dicen que la máxima inspiración en este campo no se alcanza con musas, se alcanza cuando peor y mejor te sientes, es decir en la tristeza y la alegría. Yo me decanto por la tristeza ya que cuando eres muy feliz no te salen las palabras y es realmente cuando estas triste cuando las palabras brotan una detrás de otra en mi mente. 
Me pregunto cuantas veces ha tenido que ocurrir una desgracia a nuestro alrededor para darnos cuentas de las cosas, la desconfianza para valorar la confianza, esa que se alcanza poco a poco pero que en tan solo unos segundos basta para que se destruya, una muerte para valorar a tus seres queridos, para tratarles bien, respeto, educación, amor, cariño, humildad... Sustantivos bonitos pero no tan fáciles ponerlos en practica sobre todo para aquellos que -incluida yo- somos de  fuerte carácter y a veces somos duros con los demás sin merecérselo, ese es nuestro pequeño caparazón, nuestra coraza protectora contra las posibles amenazas pero como todo desgraciadamente en esta vida lo pagamos con quien menos se lo merece. 
Valoro las pequeñas cosas, las del día a día, aquellas que, un día miras hacia atrás y ya no están. Y es que en eso precisamente consiste la vida en una sucesión de cambios, hoy eres distinta de como eras ayer, pero hoy también eres distinta a como serás mañana... La vida pasa y son las batallas y los obstáculos, las vivencias, los cambios, los ambientes, las personas, las emociones, lo que nos hace cambiar . Por eso valora lo que tienes hoy en tus manos, a tu familia y amigos, porque puede que un desgraciado día todo cambie y lamentes el no haberlo hecho cuando has podido. No esperes a que eso suceda, simplemente levántate de la silla, deja el móvil y vete a darla un beso y decirla cuanto la quieres a tu madre. 


LA VIDA ES IRÓNICA, SE NECESITA TRISTEZA PARA CONOCER LA FELICIDAD, RUIDO PARA APRECIAR EL SILENCIO Y AUSENCIA PARA VALORAR LA PRESENCIA. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

despojos

Aquello que nos preocupa, aquello por lo que los días se nos nublan y las noches se hacen mas largas que de costumbre, aquello que tenemos adosado en el fondo de nuestra alma y nos impide avanzar...
Es precisamente ese pensamiento, ese recuerdo, esa mala experiencia.. la que hace que, continuamente te cuestiones el porqué de las cosas... Y te haces mil preguntas, pero ninguna tiene respuesta, ojalá ese recuerdo desapareciese porque ojalá ese día no hubiese existido jamás.
Pero lamentablemente ocurrió, y el día pasó, la vida continúa pero el recuerdo permanece... ¿qué hacer para que esa pesadilla desaparezca de mi mente y de las de mis seres queridos? No lo sé.
En la vida he hecho muchas cosas, he tomado muchas decisiones, muchas erróneas que he aprendido a afrontarlas pero no hay nada en el mundo de lo que mas me arrepienta que de aquel trágico día. No merece ser nombrado, ni citado, sino que nos deberíamos limitar a olvidarle o a intentarlo... Pero dicen que cuando escribes y plasmas lo que sientes en un papel el dolor deja de matarte por dentro... La escritura siempre ha sido mi vía de escape, entre lineas y letras me siento libre y me hace evadirme del mundo real, del dolor, de la soledad porque aquí solo somos mis letras y yo y nos va bien, de la angustia de vivir la vida que yo misma me he forjado, de tener el cielo a caer a pasos agigantados en el infierno porque yo misma me lo he buscado. Pero sobre todo lo que no me deja vivir tranquila es la culpabilidad y la angustia de haber hecho sufrir y perder la desconfianza total de mi sol, mi luna y mis estrellas, la que siempre me ha guiado, a la que he fallado cuando no se lo merecía, a mi apoyo incondicional, mi madre. Ojalá algún día puedas perdonarme, ojalá algún día yo pueda perdonarme.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Para encontrarse hay que perderse -

Poco dice la poesía de lo bonito que es conocer a alguien, y quedarte atrapado entre sus cicatrices, volar por ellas hasta encontrar un refugio en el que perderse... Porque qué bonito es perderse pero más aun cuando sabes con quien hacerlo... La vida es una sucesión de perdidas constantes, pierdes la niñez para alcanzar la adolescencia y esta la pierdes para alcanzar la madurez. O pierdes una amiga, una bala perdida, la virginidad, cuando te pierdes a ti mismo... qué puede haber peor que perder la esencia de uno mismo, de ti, tu yo identificativo, tu máximo exponente, tu naturaleza de ser...
por otro lado esta la parte ''buena'' de perderse... porque todos estaremos de acuerdo en que en determinados puntos de nuestra vida sentimos que necesitamos perdernos para encontrarnos, es paradójico pero cuando mas perdidos estamos en la vida más querernos perdernos, porque perderse siempre ha sido sinónimo de encontrarse, soy de las que piensa que cuanto mas perdida estés, más largo veas el camino y mas alejada la meta es cuando mas necesidad mas a tener de perderte.
En la perdida encuentras abrigo, caos, consuelo... y puede que algún día intentando perderte encuentres a alguien cuyos dedos encajen perfectamente con los tuyos y te haga pensar porque has tenido esos huecos toda tu vida.