NAVIDAD

La Navidad esa época de ilusiones, de sorpresas, reencuentros, sonrisas...
Dicen que en Navidad la vida se vuelve mágica y esto en cierto modo puede tener razón pero las navidades de hace unos años y las de ahora no tienen nada que ver. Cuando eramos pequeños la Navidad si que era mágica nos pasábamos la nochebuena entera nerviosos por los regalos de Papa Noel y a la mañana siguiente nos levantábamos super pronto para abrir los regalos muy ilusionados y nuestro mayor problema era no haber sido lo suficientemente buenos y que nuestros regalos no fueran los esperados. Pero cuando nos hacemos mayores todo se vuelve mas difícil , vamos perdiendo la ilusión, nuestros deseos cada vez son más complejos y nosotros con ellos, dejamos de pedir juguetes, muñecas y lo cambiamos por ropa e incluso son personas las que queremos que aparezcan debajo de nuestro árbol de navidad.
Pero aun asi no debemos dejar de pensar que la navidad es una época mágica y que nuestros sueños por difíciles que sean se pueden convertir en realidad.

Pero estaba empezando a darme cuenta de que lo desconocido no es siempre lo mas temible. La gente que mejor te conoce puede suponer un peligro mayor, porque las palabras que dicen y las cosas que piensan tienen el riesgo no sólo de dar miedo, sino también de ser verdad.

El miedo.

Miedo... una sóla palabra que abarca tantas dudas, temores, misterios...
¿Pero quien no ha tenido miedo? Miedo a la muerte, a perder a alguien, a fallar, a no dar la talla, a ser inferiores, a lo desconocido... Los  miedos nos paralizan y nos hace ser quien no somos realmente pero lo mejor que podemos hacer es afrontarlos, superarlos y seguir adelante ya se que esto es difícil pero ¿acaso es fácil vivir con miedo? Nada absolutamente nada que merezca la pena en esta vida es facil desgraciadamente, por eso están los retos y metas que nos fijamos en los que muchas veces nuestro mayor problema a la hora de llegar al  objetivo es el miedo.
Valiente no es aquel que no tiene miedo, sino quien lo tiene y consigue superarlo.

Inserte aquí estado emocional:

Amor y otras drogas.

A veces pienso que estamos echos el uno para el otro, que esas miradas de complicidad, esas sonrisas todo eso significa algo, que antes de conocernos ya sabíamos que algo así nos iba a suceder, que estábamos conectados mucho antes de tener algo que ver el uno con el otro. Lo cierto es que apareciste por casualidad y hoy en día eres de las cosas mas importantes en mi vida, que vivir sin ti, sin tu sonrisa, tu mirada, tus manos en mi cintura y en mi espalda... que vivir sin todo eso seria posible, pero no quiero. Porque cuando me miras y sonríes me siento la persona mas afortunada del mundo por tenerte a mi lado, que a mi cuerpo no le gustan otras manos que no sean las tuyas y que cuando me haces cosquillas, o me miras fijamente para ponerme nerviosa me siento feliz. Tu me haces feliz, pero mas feliz me hace saber que esa sonrisa es por mi, que cuando me gire vas a estar ahí mirándome, pensando en mi, en no dejarme marchar. Cuando el miedo mas grande es que te vayas, porque eso si que da miedo, cuando me levanto y me acuesto pensando en ti, cuando me acuerdo de como nos conocimos, cuando me haces sonreír, cuando te veo y al instante ya tengo una sonrisa en mi cara... Me haces pensar que eres especial, eres el mejor.

Y yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara, tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada. 

Pérdida.

La perdida, ¿y que sabes tu de eso?
No sabes nada porque eso sólo ocurre cuando has querido a alguien mucho más que a ti mismo, hasta el punto de morir por él.